viernes, 15 de enero de 2010

Punto de encuentro

Cada vez lo veo más claro todos los que me rodean desprenden algo, tienen algo especial, sin embargo hay algo que me llama más la atención, a veces las personas dejan entrever si tienen un lugar en sus corazones preparado para recibir a Cristo, o sea, un punto de encuentro con él, que habilitan para recibirle, para permitirle que Él entre con libertad y ordene esos corazones, ¡hasta se nota el cobijo que Él les proporciona!, de hecho es lo primero que se ve y muchas veces lo único que puedo captar, si están cobijados en Cristo o si no lo están.
Es que en realidad todo el mundo necesita de Él, de esa "roca bien sólida" de la que hablan los salmos y eso se ve en las miradas de hastío que reinan las calles y lugares de trabajo, como si buscaran algo que supieran que está ahí pero que no pueden aceptar, las posibilidades de la mente humana son infinitas y esta es capaz de convencerse de qualquier cosa, hasta de que el ordenador que tengo delante es en realidad otra cosa, o peor, nada y así veo que sucede en mi dia a dia, tanto lo que veo en los demás como lo que veo en mi mismo, sin embargo estoy decidido, decidido a reabrir este punto de encuentro con Cristo y la Mater porque sin Él y sin la acción intercesora de María no llegamos a nada.